A veces hay mucha presión, un mundo rápido, dinámico, productivo.
Exigencias por todos lados, no es suficiente, lo hice mal, tengo que hacerlo mejor, saber
más, ganar más, crear más...
Bueno te cuento que a mí también me gusta hacer, y hacer las cosas bien pero qué pasa
cuando “no lo hicimos bien”?
Escuché y sentí mucha culpa en mis alrededores, muchos malestares por no poder.
Me parece que en realidad si estás pudiendo, a tu manera, en el grado posible.
Habrán días en los que hasta ahí, se intentará de nuevo mañana, quizás mañana haya más
potencia o energía, no lo sabemos, pero hoy es hasta ahí.
Lo que quiero resaltar es la compasión con uno mismo...más acompañamiento de mí para
mí.
Sos la única persona que puede entenderse mejor que nadie. Literal. Ahora el tema es ser
buena compañía para vos cuando no estés con tus mejores vibras.
Con esto no propongo que te hundas en lamentos, sino que te banques y apoyes en los
momentos en que por más que intentes sabés que hasta ahí se llega hoy.
Cambiemos la perspectiva, estás logrando algo, independientemente de que no sea lo que
tenés en tu mente. ESTÁS HACIÉNDOLO BIEN.
En todo momento hay posibilidades de crecimiento personal, no hace falta que las tomes si
no querés, pero sí que sepas que existe esa perspectiva.
Por algo nos cansamos en el día a día, con o sin trabajo, con o sin estudio, con o sin lo que
sea. Estamos permanentemente APRENDIENDO y VIVENCIANDO, ganando experiencia
como humano en el tránsito de esta vida.
Más amor con uno, que lo que no supe hacer hoy lo sabré hacer mañana, y lo que no pude
hacer hoy quizás lo haga mañana. Y si no, lo intenté, viví otras cosas, no lo que pensaba,
pero sí hice y viví.
Chaito!!